Hola:
Les cuento que mis inicios fueron desde muy niña (hace unos cuantos años ya...), porque desde chiquita siempre me gustó dibujar . Mi regalo preferido era una caja de colores (lo que sigue siendo todavía....).
Luego comencé con la clásica pintura en tela, haciendo flores y afiches de cine, copiando los colores verdaderos delante de la vidriera, anotándolos sobre el reclame del diario en blanco y negro... (hablamos de cuando las computadoras sólo existían en el "Enterprise" del Capitán Kirk... jijiji) , hasta que después de unos años, y como siempre en el momento justo, llegué a las puertas del Ateneo. Ésto fue en junio del año 2006.
Allí, en ese bastión de la cultura, envuelto entre pinceles y lápices de todo tipo, fue donde encontré a ese gran maestro y mentor que es Obdulio Gómez Carrasco, un hermoso, humilde, y por lo tanto gran ser humano, que nos regala en cada clase con su conocimiento una fiesta para el arte, y con su cariño y paciencia, un gran círculo de amistad creado entre todos sus alumnos, los cuales somos ya una gran familia entrañable.
Desde ese momento, he dedicado gran parte de mi tiempo a volcar lo aprendido de forma guiada, y espero seguir dedicándome hasta que me den las fuerzas. (Dios quiera que sea por mucho tiempo).
Gracias Maestro, y gracias a todos los otros locos que como yo, estamos recorriendo este camino...
Ahora los invito a recorrer un poco de éste... uno de mis grandes amores... el arte.
Les cuento que mis inicios fueron desde muy niña (hace unos cuantos años ya...), porque desde chiquita siempre me gustó dibujar . Mi regalo preferido era una caja de colores (lo que sigue siendo todavía....).
Luego comencé con la clásica pintura en tela, haciendo flores y afiches de cine, copiando los colores verdaderos delante de la vidriera, anotándolos sobre el reclame del diario en blanco y negro... (hablamos de cuando las computadoras sólo existían en el "Enterprise" del Capitán Kirk... jijiji) , hasta que después de unos años, y como siempre en el momento justo, llegué a las puertas del Ateneo. Ésto fue en junio del año 2006.
Allí, en ese bastión de la cultura, envuelto entre pinceles y lápices de todo tipo, fue donde encontré a ese gran maestro y mentor que es Obdulio Gómez Carrasco, un hermoso, humilde, y por lo tanto gran ser humano, que nos regala en cada clase con su conocimiento una fiesta para el arte, y con su cariño y paciencia, un gran círculo de amistad creado entre todos sus alumnos, los cuales somos ya una gran familia entrañable.
Desde ese momento, he dedicado gran parte de mi tiempo a volcar lo aprendido de forma guiada, y espero seguir dedicándome hasta que me den las fuerzas. (Dios quiera que sea por mucho tiempo).
Gracias Maestro, y gracias a todos los otros locos que como yo, estamos recorriendo este camino...
Ahora los invito a recorrer un poco de éste... uno de mis grandes amores... el arte.
Esta historia nos dice que nunca es tarde para arrancar.
ResponderEliminarGracias por tu comentario. En verdad nunca es tarde.
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